Ieuf!
Algunos creo que sabéis que Nere vino a visitarme y de paso viajar los dos juntos por Oceanía. Concretamente visitamos Sydney y las Blue Mountains en Australia, la isla Naviti en Fiji y la isla sur de Nueva Zelanda. Nere llegó a Auckland el 28 de Julio, si no recuerdo mal, para irse el 23 de Agosto, por lo que estuvimos juntos casi un mes. Y aunque esté mal decirlo, nos supo a poco. El viaje, lógicamente, estuvo "que te cagas": vimos canguros salvajes, koalas (en el zoo, eso si), nadamos en aguas azul turquesa junto a peces manta, arrai txikis de colores y volamos en helicoptero a los glaciares del Monte Cook entre otra cosas.
En Sydney dormimos en casa de Effie que forma parte de la "legión" de amigos australianos que hizo Nere al andar por los extranjeros en su época universitaria. Despues de realizar la visita turística obligada por el centro de Sydney, visitamos Bondi, que es su playa surfeta por excelencia. Ese mismo día fuimos al Sydney Stadium para ver un partido de rugby, jugaban los Auckland Warriors contra los Sydney Roosters. A la mañana siguiente cogimos el tren para pasar unos días en las Blue Montains. Visitamos las cuevas de Jenolan, "menditikan ibili pixkat" y por fin vimos canguros saltar por el prado australiano.
En Fiji estuvimos en un resort genuinamente autóctono, c, "onstruido y llevado por fijianos. Sin ser un resort lujoso, se desviaba un poco del turismo mainstream de pulsera. Eso sí, un buré grande y la cama estaba a 40 pasos (contados) de la orilla. La playa era desértica y con cocoteros; el agua llena de peces de colores fosforitos. Cuando buceabamos estaba toda la cuadrilla de "Buscando a Nemo" dispuesta a nadar junto a nosotros. Increible. El staff estaba compuesto por gente local. Eran encantadores y cocinaban riquísimo. Las prisas no les gustaba, y todo lo llevaban con tal parsimonia que se contigiaba con gusto. La siesta y el buceo eran las actividades principales del día. A las 7 era la cena y a las 10 cortaban la luz eléctrica. Ni tele, ni internet, ni movil, ni cemento, ni carreteras, ni coches. Perfecto. El únicos signo de civilazación moderna que teníamos era el barco que comunicaba las islas. Pasaba 2 veces al día, una a la ida y otra a la vuelta. Ah! y un hidroavión que nos sobrevoló una vez , me imagino que trasladando turistas. Nos tocó siempre un cielo azul y la temperatura era perfecta, de unos 25 grados. La risa fue cuando quisimos llegar a la isla. Queríamos llegar el mismo día que aterrizabamos en Fiji, por lo que el resort nos reservó el barco de un instructor de buceo para alcanzar la isla esa misma noche. La primera hora de viaje estuvo bien, había calma txitxa, pero las siguientes no tanto. Se levanto algo de mar de fondo y las olas pasaban el metro. Empezamos a coger ost... como dirían Telmo o Mikel, y nos pusimos con el barco a dar saltos en el aire. El "instructor", que guardaba cierto parecido físico con Bob Marley, empezó a surfear con las olas intentado calmar nuestra cara de susto. Al final llegamos. Eso sí, empapados de arriba a bajo. Como bienvenida nos recibieron con ukeleles, musica fijiana y un zumo de mango (no se que fruta era exactamente). De chiste.
En la isla sur de Nueva Zelanda, sin embargo, alquilamos una caravana. Aunque en NZ es invierno, la temperatura es más que soportable. Y como la isla es más bien montañosa, está llena de turistas en busca de ski o deportes de riesgo. Más que nada estuvimos haciendo kilometros por la carretera y disfrutando del paisaje. En los glacierares cogimos un helicoptero para "heli-hike" y en los fiordos un crucerito en el que vimos una baby-ballena, focas y pingüinos. Nere condujo entre 4 y 6 horas al día. Como yo aun tengo el morro de exigir que conduzcan por mí, ya que todavía no me he sacado el carné, creo que Nere se ha ganado el rango de conductora veterana. Llevó la autocaravana japonesa, con las marchas destrozadas y por el lado izquierdo de la carretera. Todo sin que hayan pasado seis meses desde que aprovó el examen de conducir. Una proeza. Mil esker bihotza.
Bueno, creo que mejor paro ya de echar la chapa. Por si quereis ver las fotos
aquí las teneis.
Si teneis envidia y os estais cagando ahora mismito en mí, no me extraña. Pero resulta que ahora vienen fiestas de onddarbi y me va a entrar el mal rollo al pensar que tengo que pelear con este proyecto que nunca termina de salir adelante, en vez de tener en la mano un vaso de plástico lleno de "txanpan". Por la misma razón he decidio que voy a escribir entradas en el blog con el ánimo de daros la txapa y contaros cosas sobre Nueva Zelanda. Quiero pasar olímpicamente de fiestas y olvidar el "buen rollito" pueblerino que se forma en la patria txika. Me perderé la eskiña del fondo, junto a la maquina de dardos, del bar lekuona, la gente sudada, el ligoteo barato de algunos, los puros del dia 6 y el "empuja! empuja!" para llegar a la barra del betiko. Como vosotros vais a estar de fiesta, os toca por lo tanto, sufrir las siguientes txapas en "nuestro" blog. Va a ser mi terapia para superar este septiembre.
Besarkada haundi bat ta jai onak igaro!
